sábado, 11 de noviembre de 2017

Digestión de los mamíferos

https://es.wikipedia.org/wiki/Mammalia
      Los vertebrados tienen un aparato digestivo que consta de un tubo digestivo y una serie de glándulas que segregan diversas sustancias que colaboran en la digestión. El tubo digestivo de los vertebrados consta de cavidad bucal, que resulta diferente dependiendo de la alimentación que se lleve a cabo por el animal, faringe, esófago, estómago, intestino medio, posterior y finalmente el ano.  

       Dentro de los mamíferos el proceso de digestión se puede dividir en cuatro etapas:

Oso iniciando el proceso.
Primera etapa: Se inicia con la ingestión de los alimentos en la cavidad bucal. Gracias a la intervención de dientes -para obtener porciones más pequeñas de alimento- a la lengua -mueve el alimento- y a la saliva -humedece los alimentos y segrega ptialina para convertir los almidones en azúcares. – El proceso continúa en la faringe, la cual se encarga de empujar el bolo alimenticio hacia el esófago. Ya en el esófago a través de movimientos peristálticos, el bolo alimenticio llega finalmente al estómago; una vez allí esta masa se mezcla con los jugos gástricos, que son segregados por las paredes del mismo órgano. Internamente posee una capa de mucosa con glándulas que segregan mucina, que protege la mucosa de la acidez, pepsina, que se encarga de romper las proteínas para reducir su tamaño, y ácido clorhídrico, que destruye cualquier bacteria que pueda haber estado conteniendo el alimento. Finalmente, antes de salir del estómago por el esfínter, el bolo alimenticio se convierte en una especie de papilla llamada quino.



Segunda etapa: Comienza con la entrada de alimentos al intestino delgado, lugar donde finaliza la digestión química de los alimentos, gracias a la secreción de sustancias propias y de otras provenientes del hígado y del páncreas.
      
         El hígado segrega la bilis desde la vesícula biliar, este líquido no contiene enzimas sino sales binarias que emulsionan las grasas, haciéndolas cada vez más pequeñas y por ende más fáciles de digerir.
        
         El páncreas segrega el jugo pancreático directamente al intestino, el cual se encarga de neutralizar la acidez segregada por el estómago.

Las enzimas contenidas por los jugos gástricos varían dependiendo de la dieta del animal, no obstante, su acción conjunta y final hace que los glúcidos se vuelvan monosacáridos, las proteínas, aminoácidos y las grasas en glicerina y ácidos grasos.

Vitaminas, agua y sales minerales no necesitan ser digeridas para ser aprovechadas.



La papilla alimenticia al finalizar su paso por el intestino delgado se transforma en un líquido llamado quilo. Los movimientos musculares del intestino empujan la sustancia restante compuesta por glucosa, glicerina o ácidos grasos, ácidos amínicos y residuos inservibles al proceso de absorción.

Tercera etapa: Los nutrientes obtenidos tras la digestión en el intestino delgado son absorbidos por la pared del mismo. Esta para aumentar la superficie de absorción, en su mucosa posee una serie de pliegues y vellosidades recorridas por capilares sanguíneos y linfáticos. Estos pliegues además tienen microvellosidades que aumentan la superficie de absorción aún más. La mayoría de los nutrientes son recogidos por los capilares y son transportados por vena hasta el hígado para ser finalmente procesados. Únicamente la glicerina y los ácidos grasos forman en el interior de las células de la mucosa intestinal complejos lipoproteicos llamados quilomicrones, los cuales son transportados en el interior de los capilares linfáticos, y finalmente son vertidos en el torrente sanguíneo.



Cuarta etapa: A través de la válvula ileocecal el intestino delgado se conecta al grueso. El material que llega es muy líquido e inservible prácticamente. En este tramo de intestino se absorbe el agua. Por medio de movimiento peristáltico, los residuos se van empujado y compactando hasta que finalmente son defecados.

         No obstante, pese a que en todos los mamíferos el proceso de digestión es similar, las diferencias alimenticias (depende de si son carnívoros, omnívoros o herbívoros) han llevado a cabo a una serie de modificaciones en dicho sistema.

Mamíferos carnívoros: El aparato digestivo de estos animales está diseñado para aumentar la eficiencia de la producción energética, para llevar a cabo el mantenimiento de la temperatura corporal. Esto es posible gracias a que el aparato digestivo de estos animales ha aumentado su eficacia para que la degradación de los alimentos conseguidos haga posible la accesibilidad de la mayor cantidad de nutrientes posibles.

https://pixabay.com/es/wolf-lobos-bison-buffalo-rodeado-80497/
 Las primeras modificaciones acorde a su tipo de alimentación inician en su cavidad bucal. La abertura de esta, es amplia con relación a su cabeza y sumado a que la mayoría posee seis incisivos y dos caninos en cada maxilar, resultan en una mordedura fortísima con la capacidad de agarrar, matar y descuartizar a la presa. Los carnívoros tienen un estómago simple y espacioso, que presenta un 60%-70% de la capacidad del sistema digestivo, debido a que la carne es fácilmente digerida. El tracto digestivo es tres veces más largo que sus torsos, no obstante, no es demasiado para que la carne no se descomponga en su interior. El intestino grueso de estos animales es corto y simple, ya que su propósito es solamente el de absorber sal y agua.


Mamíferos herbívoros: Estos animales han desarrollado especialmente pre-estómagos y trechos de intestino que los capacita para utilizar la celulosa y otros polisacáridos de las plantas. Es decir, su sistema digestivo está dotado de un sistema que les permite facilitar el metabolismo de los vegetales debido a que este tipo de alimento pese a ser fácil de conseguir es difícil de digerir, todo ello como consecuencia de que los vertebrados no poseen las enzimas correspondientes para hacerlo. Los herbívoros no obstante se valen de microorganismos para descomponer las moléculas como la celulosa, la cual compone la pared vegetal, y así pueden llegar a  aprovecharlas. Ya que este proceso es lento, estos animales dependiendo del tipo de proceso que lleven a cabo, se diferencian en:


   Rumiantes: (vacas) se caracterizan por poseer cuatro divisiones estomacales, que les permiten aprovechar los carbohidratos estructurales presentes en las plantas, obteniendo así una fuente de energía adicional, basan su alimentación en el consumo de forraje. Al nacer estos animales su estómago no está desarrollado, motivo por el cual solo consumen leche; conforme crece y se comienza a agregar alimento fibroso, se estimula el desarrollo de los otros compartimentos del estómago.


  
  No rumiantes: (cerdos) poseen un aparato digestivo sencillo con un solo compartimento estomacal, no son capaces de digerir los carbohidratos estructurales de las plantas, por lo tanto, su consumo de fibra es limitado.



     Seudo rumiantes: (caballos y conejos) tienen un estómago similar a los estómagos simples del resto de mamíferos, no obstante, presentan un área llamada ciego que le da una característica intermedia entre rumiantes y no rumiantes.




      Bibliografía: 
                            http://www7.uc.cl/sw_educ/prodanim/digestiv/fii3.htm



No hay comentarios:

Publicar un comentario